lunes, 9 de mayo de 2011

Paris... sintiendo, evocando, dejándome sorprender..

Al fin me puedo sentar a escribir. Llevo 6 días en Paris y son mil imágenes y sensaciones… Estoy en los jardines del Palais Royal, un lugar tranquilo en medio de la ciudad. Se escuchan los pájaros y me he sentado en un banco a ver si puedo ordenar las ideas o al menos expresarlas aunque sea desordenadas.
La sensación general es de calma y de haber recorrido y caminado esta ciudad como nunca, ya casi no ando en metro, salvo cuando necesito llegar demasiado lejos. Está tan lindo arriba! Mis pies y el bus han sido mis aliados. Agradezco el poder manejarme en esta ciudad con facilidad…es un agrado, me ubico casi perfecto y cada lugar me trae recuerdos de otras venidas, de otras vivencias, de otras personas a mi lado y casi recorro mi historia cuando llegue por primera vez, a los 17 años…
Tome una avión sola desde Roma y me vine donde una prima que vivía aquí con su marido recién casados…Recuerdo que llegué al aeropuerto y el tipo de policía me dice con su picardía francesa ”parís…au plaisir, ahá?”…Le entendí y me aterré, no le respondí …era aun una niña y muy tímida …Ahí empezaron mis experiencias parisinas…tantas como diversas, recorría Paris sola todo el día, me conocí todos los museos, en esa época era “matea” y tomaba apuntes, me metía en la Cinematèque y me veía todas las películas de la nouvelle vague, al fin eran los años 60… y mayo 68 en pleno; salía con mi vieja tía Therèse, escultora, hermana de mi abuelo, quien se quedó viviendo en Paris en vez de volverse a Chile en su juventud…la iba a buscar a su atelier, donde dormía en un camastro en medio de sus esculturas enormes, porque el departamento que le había dado su ex marido lo arrendaba por supuesto para vivir… Luego fue un stage  con mis compañeros  de la Scuola de Interpreti romana. Habíamos venido a hacer unos cursos. Vivíamos en la Cité Universitaire,  íbamos a clases a la Sorbonne y aunque fuera solo unas semanas, me sentía feliz… Y así fueron tantas venidas, las estadías en el depto. de Maucho, mi primo, 1, M. Le Prince, aun paso por ahí cada vez que vengo; también con Jaime los dos, luego con los hijos en nuestro histórico viaje de las “4 Capitals”, gran viaje! Y por supuesto  encuentros con  algunos amores, donde aun recuerdo los hotelitos y bistrots de la Rive Gauche y otros rincones donde  pasamos grandes momentos...aunque ya no están,  la memoria y el corazón  aun sonríen...


Sí… esta ciudad ha sido importante en mi vida. Es una ciudad amiga, que encanta y me encanta: Me gustan sus calles, sus árboles, la gente, la estética de la vida. La gente es refinada y agradable en el tono, en el trato, es un mundo cosmopolita y respetuoso, se valora la cultura, las culturas, la vida se cuida… Las mujeres son finas y bellas, los hombres guapos, interesantes, atractivos en su estilo intélo - nonchalant …



He pasado unos días vagos, sin prisa, sin mucho plan, sólo salgo y voy dejándome sorprender donde la vida me lleve… y así cada día me han ido llegando regalos. O es un rinconcito en una calle, una exposición fascinante, las nubes en un cielo azul cruzando el Sena, un café donde me siento a escribir o un espacio sagrado japonés para tomar el té, como me encontré el otro día…
Nada que hacer, nada de qué preocuparme, nada que controlar, digo en mis meditaciones… eso mismo lo estoy viviendo ahora… aquí en Paris, en medio de la ciudad, de los autos, del ruido. Puedo estar así, conectada, con los ojos y el corazón bien abiertos, contemplando y dejándome tocar por todo lo que me rodea.
Con Ina y  Luana
De verdad es un regalo…Sólo puedo agradecer …


El patio de entrada donde vivo

Et voilà!



1 comentario:

  1. Carmen que lindo relato,me parece estar recorriendo París junto contigo, fascinante tu viaje
    Cariños
    Maria Ester

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