sábado, 6 de marzo de 2010

Lección de humildad...

Héctor Soto, columna La Tercera

No somos nada. Tremenda novedad. Eso lo saben hasta los malos filósofos y cualquier metafísico del tango es capaz de peinarse con la idea. Pero es el saldo -el saldo y la sensación- con que uno se queda después de una experiencia así. Los terremotos, con la fuerza que tienen en Chile, son seminarios cortos, pero muy intensivos de humildad. Nos reducen a la condición de cucarachas. Nos exponen a la más absoluta indefensión. Nos enfrentan a las verdades elementales del terror, lo incontrolable y lo desconocido. Sacan para afuera al narciso o al neurótico que llevamos disfrazados; a veces a los dos. Allí donde nos creíamos complejos y cultivados, aparece lo básico que podemos ser. La experiencia o nos deja muy para adentro -bloqueados, aterrados, descompensados- o nos vuelca compulsivamente hacia fuera. Tratamos de hallarle una explicación, algún sentido, a lo ocurrido y como no se lo encontramos ni tampoco lo tiene, nos sentimos pistoleados. Como Job, también nos preguntamos por qué a nosotros. Y, bueno, nos lamentamos y pensamos que nos ha ocurrido una tragedia, hasta que la televisión nos recuerda que siempre hay compatriotas que la sacaron peor. Los terremotos -qué duda puede caber- están entre los mayores sustos que vamos a vivir. Mi generación ya lleva tres en el cuerpo -el 71, el 85 y ahora- y personalmente ya no quiero más. Malditas placas geológicas: pónganse de acuerdo de una vez por todas. La catástrofe también pone al desnudo lo vulnerable que somos. Después de tantas ínfulas, la emergencia prueba que las comunicaciones en el Chile de la modernidad no son tanto mejores que en el país anacrónico y de siempre. Las carreteras se cortan, las vías concesionadas se desploman, el aeropuerto se cierra. Menos mal que el agua no se cortó y que la electricidad volvió pronto a gran parte de la zona afectada. Todavía no van a haber concluido las réplicas del sismo cuando, en tres o en seis meses más, si es que no antes, de las heridas de este terremoto horroroso apenas queden huellas. Esto es un hecho: el país volverá a funcionar, y volverá a funcionar pronto, entre otras cosas, porque lo que sería un cataclismo en cualquier parte, aquí es sólo un trago amargo, muy amargo, pero no mucho más que eso. Cada cierto tiempo Chile se viene abajo y los chilenos lo volvemos a levantar. Esto es parte del costumbrismo nacional. Es lo que ha ocurrido una y otra vez en nuestra historia. Con cada sismo entrega un cierto aprendizaje, pero ni uno solo hasta ahora nos ha encontrado preparados. Nunca hemos aprobado enteramente el test, porque es imposible. Pero nos consuela pensar que calificamos mejor que otros países, que son rajados de manera infamante por simples temblores. Claro que hay que estar un poco mal del chape para ser líder en terremotos y enorgullecerse. ______________ Héctor Soto es abogado y fue fundador y crítico de cine de la legendaria revista Primer Plano. También escribió crítica de cine en el diario La Tercera y otros medios. Aquí cuelgo parte de su mirada. Es autor del libro Una vida crítica

jueves, 4 de marzo de 2010

Tranquil@...Lo Normal frente a una situación anormal

Estamos todos angustiados y choqueados después de lo ocurrido.
Es natural sentirse así después de una situación traumática.

Cada uno medirá la dimensión de su tragedia...lo vivido por cada uno es válido, íntimo y honrable.

Cada uno vivirá lo propio, pero también cada uno vive el dolor colectivo, somos uno y Todo a la vez , por eso estamos así...

Escuchemos nuestro sentir, nuestra angustia, nuestra pena, miedo o rabia y también nuestro ritmo, nuestra necesidad de ayudar o cobijarnos...Todos somos vulnerables...Todo está bien.






Mientras... aquí van algunos datos para saber más sobre lo que nos pasa y que no no extrañe o asuste más...también algunas sugerencias que nos ayudaran a estar mejor o hacer que otros lo estén...sobretodo los niños.
Tomo un excelente resumen que hizo mi querida colega psicóloga Paulina Fuentes:
Ojalá les sirva.
y cualquier cosa, aquí estamos, escribe, comenta pregunta lo que necesites...




INTERVENCION EN CRISIS Extracto del Manual de primer Apoyo, EPUC; por Ps. Paulina Fuentes

Las crisis como eventos complejos requieren de tiempo para superarse y
es un proceso que no puede apurarse
• Hablar y compartir acerca del evento crítico, ayuda a superar la crisis.
• Las reacciones ante una crisis son reacciones normales frente a una situación anormal
• Es importante fortalecer los recursos personales grupales y comunitarios
• El objetivo relevante es restaurar la capacidad de las redes sociales de cumplir con sus funciones de apoyo.


EFECTOS DE LAS CRISIS
Vivencia de vulnerabilidad y falta de control Desorganización psicológica que se puede visualizar como:
-Efectos cognitivos: incredulidad, confusión, dificultad para pensar, tomar decisiones para concentrarse. Reexperimentación del evento crítico.
-Efectos emocionales
: angustia, tristeza, labilidad o desborde emocional, tensión irritabilidad, apatía, negación, desconexión emocional.
-Efectos conductuales: sobreactivación, impulsividad, paralización, evitación, aumento consumo alcohol u otras substancias, aislamiento.
-Efectos fisiológicos
: dolores corporales generalizados o difusos, jaquecas, desmayos, mareos, taquicardias, presión en el pecho, problemas gastrointestinales, cansancio, trastorno del sueño, pesadillas o dormir en exceso, trastorno del apetito.

Es importante considerar que no todas las personas reaccionen de la misma manera.
En un primer momento todas estas reacciones son esperables, si se mantienen en el tiempo, limitan la posibilidad de encontrar soluciones constructivas.


¿Qué ayuda?

Asumir que algo ha cambiado en la vida

Aceptar que hay situaciones en la vida que no dependen de nosotros

Darnos la oportunidad de contar lo vivido a alguien de confianza

Tratar de resolver los problemas de un paso a la vez.



LOS NIÑOS Y LAS CRISIS

Los niños son la población más vulnerable frente a las crisis, ellos están supeditados a la atención que los adultos que los rodean les puedan brindar.
Los niños son hábiles para captar atmósferas, se dan cuenta de las tensiones.
El creer que esconder los hechos les ayuda, no es real porque los dejamos solos.
Necesitan comprender lo que esta ocurriendo y en su intento de encontrar una explicación muchas veces generan fantasías que pueden ser distorsionadas.



¿Cómo reaccionan los niños frente a las crisis?

Se sienten mas expuestos, vulnerables e indefensos.
Nos cuentan lo que sucede a través de sus conductas, expresiones faciales y corporales, especialmente a través de sus dibujos y juegos.

¿Qué necesitan?

• Un niño en crisis necesita comprender lo que está ocurriendo

• Necesita espacios para conversar sobre lo ocurrido

• Necesita contar con un adulto que responda sus preguntas
• Necesita sentirse seguro, fuera de peligro, saber que los adultos lo están protegiendo y cuidando.
• Necesita sentirse cerca de sus seres queridos sobre todo cuando ha perdido a una persona significativa.
• Después del cambio ocurrido, necesita tener sentido de control sobre su entorno.

• Dentro de las posibilidades, necesita contar con un entorno lo más predecible que se pueda. Por lo mismo, es importante informarle acerca de los cambios que van a sobrevenir en su vida.
• Necesita contar con la seguridad que le proporcionan las rutinas que organizan su día
• Necesita contar con objetos que sean fuente de seguridad…tuto, oso, muñeca.

• Requiere espacios destinados a compartir lo ocurrido

• Promover la oportunidad para jugar

• Brindar entretención a los niños.

Para expresar lo que siente y necesita:

• Ayuda para ponerle nombre a lo que siente

• Que acepten su forma particular de sentir frente a la crisis
• Saber que está bien sentir miedo, pena, rabia, sin sentirse culpable raro o malo.
• Que se le garanticen espacios de juego y expresión artística
• Que le permitan reír e incluso pasarlo bien a pesar de lo ocurrido, sin sentir que está haciendo algo indebido.


¿Cómo hablar con los niños?

Generar un contexto propicio para la conversación, que brinde tiempo y tranquilidad para estar con el niño
Requiere contar con una explicación, que tenga información, que el pueda integrar. Facilitar que el niño cuente su historia o su percepción, apoyándose en elementos facilitadores como juegos, dibujos o cuentos. Dejar abierta la posibilidad a futuras conversaciones Apoyo grupal a niños en crisis. El relatar la experiencia con otros, permite expresar emociones asociadas a la crisis y así sentir cierto alivio emocional. El contar lo que sienten tiene un efecto aliviador para los niños. Esto ayuda a normalizar la experiencia. Al contrastarla con los otros niños, al escuchar a los demás, descubren que sus emociones, pensamientos y reacciones son normales o esperables. También ayuda sentirse acompañado en la pena, temor y preocupación. El compartirlo ayuda a procesarlo, contar y escuchar varias veces lo vivido, dibujarlo jugar, proporciona la sensación de control de lo ocurrido. Si se muestran reticentes a contar lo vivido, puede ser suficiente permitirles que proyecten sus sentimientos en juegos y dibujos. Si el niño relata lo sucedido es fundamental acoger el relato sin bloquear las emociones. Hay que evitar contar “mentiras piadosas, supuestamente orientadas a calmarlos Ayude a los niños a identificar las acciones que los ayuden a sentirse más tranquilos y reconfortados.

Más material de apoyo se puede solicitar al teléfono 02.354.54.45
Materiales • Cuando ocurre una crisis • Cartilla Enfrentando una crisis • Cuaderno de trabajo para el niño ¿Cómo me siento? Más información www.puc.cl Escuela de Psicología Proyecto Buen Trato- Intervención en Crisis. Preguntas frecuentes.