
Asumiendo mi y nuestra importante responsabilidad por lo que nos correspondía: no logramos encantar ni seducir a la mayoría, para ir creando este viaje conjunto. Viaje que invitábamos a recorrer, con un objetivo más bien personal para cada uno, más que grandes objetivos académicos de esos que aparecen en los Programas, Planificaciones y Formularios (aunque sean para dejar tranquilas a las instituciones.)
El peor enemigo del aprendizaje: no darle autoridad a otro para que me muestre o enseñe, si no está dentro de los estándares que yo considero los “correctos” o de acuerdo a “mi nivel”. En ese momento se cierra la oportunidad.

este caso, cuando estamos trabajando con adultos, supuestamente comprometidos en su desarrollo profesional y ojalá personal.

Parapetados en lo que No se daba empezó la resistencia de un grupo importante de alumnos/profesores, algunos con liderazgos fuertes o al menos el poder del cargo, boicoteando o resistiéndose en un oposicionismo activo o pasivo, a cualquier actividad, reflexión, tarea o aporte constructivo a la reflexión.
Invitamos a trabajar en Comunidades de aprendizaje y tampoco quisieron ver cómo, aludiendo a que trabajan en sedes diferentes y diferentes horarios, como si hoy el mundo de las comunicaciones no propusiera mil formas de relacionarse y trabajar en redes…
Parto de la base que cuando nos resistimos a algo es que tenemos mucho miedo. Por eso mismo intentamos comprender su miedo, pero no logramos crear la confianza para traspasarlos. Lástima.
Y así, sigo pensando en qué más pasó y algo claro que me surge es que estuvimos en “Memes “ diferentes, según la teoría de Espiral Dinámica y nosotros no supimos adecuarnos. (Lastima que no alcanzamos a llegar a esa parte del Programa y sólo la conocieron después. Ojalá ahora que la conocen, les sirva.)
Luego hubo también aspectos emocionales, siempre importantes de tener en cuenta. Reportaron no haberse sentido "queridos", reconocidos (curioso porque siempre estuvimos desde el honrar a cada uno). Sin embargo no hay que olvidar que para ser querido también hay que abrirse y dejarse querer. Abrir sobretodo el corazón si la cabeza se opone.
Me sorprendió observar cuánto saben de cómo deben hacerse las cosas en la “nueva educación” y que poco de eso encarnan en sus prácticas. Todo se mantiene a nivel conceptual, con grandes ideas, teorías brillantes, poderosas, los últimos avances sin duda, (muchos de los cuales yo desconozco). Sin embargo me hubiera gustado que muchos hubieran podido escucharse desde donde hablan, observar sus discursos. Llenos de “asi se hacen las cosas, así estamos acostumbrados, así lo exige el sistema, el formulario, las autoridades”; discursos llenos de egos, de yo soy así, yo sé de, yo aprendí esto de mis padres, yo he hecho todo esto y tengo toda esta trayectoria, títulos y cargos importantes…


Para mi fue un gran aprendizaje y experiencia, la que agradezco profundamente, agradezco a aquellos alumnos resistentes y desafiantes, pero hoy prefiero quedarme especialmente con aquellos, (curiosamente fueron principalmente mujeres) que sí acogieron la invitación, con dudas, inquietos pero a la vez expectantes y dispuestos a explorar mundos nuevos, a ratos molestos, incómodos y a la vez apasionantes. Me quedo con aquellos a quienes sí les brillaron los ojos, como dice B.Zanders,…seguro ellos serán los que de verdad cambien el mundo de la educación, partiendo por sí mismos.
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