En camino, hacia Baeza y ...que es Baeza?

Ya estamos en camino...

Aparece Castilla y su planicie, esa tierra seca, limpia, sólo verde a pedazos. Algunos vestigios de los molinos del Quijote. Hoy se han cambiado por modernas aspas que se mueven al viento, más livianas y frías , pero al menos no nublan el paisaje.

Ahí están los pueblos puros, barridos de luz y de líneas simples. Lo austero, lo justo. "Castilla es la línea", recordando como decía Ortega, "lo vertical , el hombre,... y la curva? dónde está la curva? Es que en Castilla no hay curvas..." (versión libre)...Qué belleza! Y es así.

El camino es grato, cálido, cercano.
Empiezan a aparecer los olivos y el campo se hace suave, ondulado, plateado. Todo es ordenado, las colinas parecen dibujadas, como peinadas por estos árboles generosos de aceite de vida.

LLegamos a Baeza , a medio camino entre la sobriedad castellana y la alegría andaluza. Pero qué es Baeza? Nunca antes había existido para mi, salvo como apellido de algunas familias chilenas. Y ahí aparece, magnífica, la ciudad amurallada, desde los árabes (aunque queda poco de esa época), hoy Patrimonio de la Humanidad. Es bella, amable, sin apuro.

Es la tarde. Ya vacía y en silencio, recorremos sus calles, rincones, portadas, escudos y torres. Mezcla de estilos, de épocas. Mientras las calles parecen medioevales, y también el gótico tardío se leva al cielo, en sus palacios, el Renacimiento reina, con su finura y su piedra ocre.

Baeza, grande y pequeña a la vez, un espacio amable, silencioso, donde pasear, donde se estudia y disfruta el arte y la belleza del adentro y del afuera.

Bastan el estar en la quietud del sin tiempo y el fluir de personas que se encuentran y tomadas de la mano, caminan en la noche, dibujando su sombra en las calles empedradas de hace siglos, sintiendo la belleza, la historia y el amor compartido por la vida!

Baeza, simplemente inmensa...